Dieta para lipedema: Guía completa y menú semanal

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Dieta antiinflamatoria para lipedema

¿Tienes lipedema y te gustaría mejorar los síntomas a través de una dieta saludable? 

Una dieta antiinflamatoria para el lipedema puede ser fundamental para reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado.

En esta guía práctica, descubrirás qué es el lipedema, qué tipo de dieta te ayudará a combatir la inflamación así como qué alimentos debes evitar en tu dieta diaria. Además, contarás con un menú semanal y algunos ejercicios útiles para controlar los síntomas. 

Si estás lista para hacer cambios positivos en tu estilo de vida, sigue leyendo nuestro artículo sobre la dieta para el lipedema. 

¿Qué es el lipedema?

El lipedema es una enfermedad crónica que afecta principalmente a las mujeres y se caracteriza por la acumulación anormal de tejido adiposo, especialmente en las extremidades inferiores (ocasionalmente también en los brazos) (estudio). 

Esta acumulación grasa suele ser simétrica y desproporcionada en relación con el resto del cuerpo, lo que puede afectar la movilidad y causar dolor. Se cree que el lipedema tiene un componente genético, y a menudo se desencadena o empeora durante la pubertad, el embarazo o la menopausia. 

El lipedema es mucho más que un problema estético ya que tiene repercusiones a nivel físico, psicológico y social. Aunque la causa exacta del lipedema aún se estudia, se sabe que factores como las hormonas y la inflamación juegan un papel importante en su desarrollo. Esto nos lleva a la importancia de una dieta adecuada para el lipedema que enfoque en la reducción de la inflamación y en el manejo del peso.

¿Qué médico trata el lipedema?

Un aspecto crucial en el tratamiento del lipedema es la atención médica adecuada. Existe una alta confusión con la obesidad. Es un trastorno infra y mal diagnosticado (puede retrasarse unos 10-15 años) (estudio) y no se sabe la prevalencia real debido a que no existen criterios diagnósticos claros.

Los médicos especializados en el tratamiento del lipedema son cirujanos vasculares y linfáticos, quienes pueden realizar tratamientos de cirugía en estadios avanzados. Además, es fundamental trabajar en conjunto con otros profesionales de la salud, como fisioterapeutas y profesionales de la nutrición, para abordar el lipedema de manera integral.

Si bien un cirujano vascular es quien puede diagnosticar y tratar quirúrgicamente el lipedema, los dietistas o nutricionistas desempeñamos un papel crucial en el manejo de los síntomas y la prevención del empeoramiento de la enfermedad a través de la dieta y el estilo de vida.

Dieta RAD

Una pregunta frecuente es ¿qué debo comer si tengo lipedema?

La inflamación es uno de los principales desencadenantes de los síntomas del lipedema, por lo que una dieta antiinflamatoria, también denominada dieta RAD (rare adipose disease), es esencial para el manejo de esta afección. 

La dieta antiinflamatoria o dieta RAD para lipedema es una modificación de la dieta mediterránea donde se potencia el consumo de alimentos frescos y de temporada:

– Prioriza alimentos ricos en antioxidantes y fibra, como frutas y verduras, que combaten la inflamación y protegen las células. 

– Utiliza carbohidratos con un bajo índice glucémico como legumbres y cereales en su versión integral que son más altos en fibra.

– Incluye grasas de calidad, como las que se encuentran en el aceite de oliva y el aguacate, priorizando cocinar a baja temperatura con técnicas sencillas (vapor, salteado con calor controlado…).

– Potencia alimentos ricos en omega-3 como los pescados azules, semillas de chía o lino y nueces que tienen propiedades antiinflamatorias.

– Prioriza legumbres como fuente de proteína vegetal y fuentes de origen animal como el pollo, pescado y huevos (priorizando los ECO o camperos).

– En cuanto a las bebidas se recomienda el agua como bebida principal, café o . Beber suficiente agua te ayudará a mantener una circulación saludable.

Cuando se trata de la alimentación para el lipedema, es fundamental mantener un equilibrio en la ingesta calórica. Aunque la pérdida de peso puede ser un objetivo en algunos casos, es crucial que se haga de manera gradual y bajo la supervisión de un dietista o nutricionista.

¿Qué alimentos debo evitar?

El lipedema no tiene alimentos prohibidos aunque es importante considerar las siguientes pautas para conocer qué alimentos son menos interesantes para el día a día:

Reducción global de ultraprocesados: Los alimentos ultraprocesados contienen ingredientes poco saludables (grasas de baja calidad, azúcares añadidos…) y una abundancia de aditivos como edulcorantes y colorantes. Además, los envases utilizados para estos alimentos pueden contener xenobióticos y disruptores hormonales.

Control del índice glucémico: Disminuye la ingesta de cereales refinados o blancos (como pan blanco o pasta) y evita azúcares añadidos que se encuentran en dulces y bebidas.

Moderación de la sal: Reduce el consumo de sal para evitar la retención de líquidos.

Evita alcohol y bebidas azucaradas: Elimina el consumo de alcohol y bebidas con azúcares o edulcorantes ya que aumentarán la inflamación de tu cuerpo.

Evita carnes rojas y procesadas: Elimina o reduce al máximo el consumo de carnes rojas y carnes muy procesadas.

Considera alternativas a los lácteos de vaca: Evita los lácteos de vaca que contienen beta caseína A1, ya que pueden promover la inflamación.

Posible eliminación del gluten: Si experimentas síntomas digestivos, considera probar la eliminación del gluten, ya que existe una alta prevalencia de sensibilidad al gluten en pacientes con lipedema. Sin embargo, es fundamental consultar a un profesional de la nutrición antes de realizar cambios significativos en tu dieta como el de eliminar el gluten.

Menú dieta lipedema

Como hemos visto anteriormente un menú semanal o dieta para el lipedema debe ser rico en alimentos antiinflamatorios. Aquí te presento un ejemplo de menú de lunes a viernes:

Lunes:

  • Desayuno: Tostada integral con tomate y tortilla francesa.
  • Almuerzo: Ensalada de salmón ahumado con aguacate.
  • Cena: Pollo a la plancha con verduras y patata asada.

Martes:

  • Desayuno: Leche de avena con copos de maíz y fruta troceada.
  • Almuerzo: Lentejas con verduras y cúrcuma.
  • Cena: Ensalada de pechuga de pavo y queso de cabra.

Miércoles:

  • Desayuno: Yogur vegetal con frutos secos y copos de avena.
  • Almuerzo: Revuelto de espárragos con gambas.
  • Cena: Pisto de verduras con huevo a la plancha.

Jueves:

  • Desayuno: Tostada de pan integral con aguacate y lata de caballa.
  • Almuerzo: Tofu al curry con verduras.
  • Cena: Muslitos de pollo al horno con verduras.

Viernes:

  • Desayuno: Tostada de pan integral con hummus y tomate.
  • Almuerzo: Arroz integral con pollo y verduras.
  • Cena: Ensalada de tomates con ajos y caballa.

Recuerda que esto es solo un menú ejemplo que no tiene en cuenta tus gustos y tus circunstancias particulares. Para asegurarte el éxito y que esta nueva alimentación la puedas mantener en el tiempo es importante acudir a un dietista para que el plan nutricional se adapte lo máximo a tu vida.

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Ejercicios para lipedema

En el manejo del lipedema, no solo la dieta es importante, sino también la actividad física. Los ejercicios para el lipedema pueden desempeñar un papel importante en el manejo de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen. 

¿Qué se recomienda?

Ejercicios de bajo impacto: Los ejercicios de bajo impacto son fundamentales para las personas con lipedema, ya que ayudan a mejorar la circulación linfática y reducir la inflamación sin someter las articulaciones a un estrés excesivo. Actividades como natación, yoga y pilates son ideales, ya que además estimulan la circulación y mejoran la movilidad.

Caminar: Salir a caminar es una excelente forma de hacer ejercicio para las personas con lipedema. Puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y linfática, fortalecer los músculos de las piernas y reducir la inflamación. Es importante usar calzado cómodo y utilizar en las piernas medias de compresión si es necesario.

Entrenamiento de fuerza: El entrenamiento de fuerza, utilizando tu propio cuerpo, pesas o bandas elásticas, puede ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la circulación. Al aumentar la masa muscular, se puede mejorar la quema de calorías y, en algunos casos, reducir la acumulación de grasa.

Drenaje linfático manual: Si bien no es un ejercicio en el sentido tradicional, el drenaje linfático manual es una técnica realizada por fisioterapeutas. Ayuda a mejorar la circulación linfática, reducir la retención de líquidos y aliviar la inflamación. 

Es importante recordar que antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, especialmente si tienes lipedema, debes consultar a un profesional del entrenamiento o fisioterapeuta para asegurarte de que los ejercicios sean adecuados para tu situación individual. Cada persona con lipedema es diferente, y lo que funcione para una persona puede no ser apropiado para otra.

Conclusión

Aunque no pueda curar el lipedema, una alimentación antiinflamatoria, rica en antioxidantes y equilibrada en calorías desempeña un papel crucial para mejorar la calidad de vida y los síntomas de esta enfermedad

Recuerda que cada persona es única y que un enfoque individualizado te ayudará a conseguir mejores resultados. No dudes en consultar a un profesional de la salud, como un dietista o un fisioterapeuta para obtener orientación específica y personalizada para tu caso. 

El manejo del lipedema es un proceso a largo plazo, y con la combinación adecuada de unos hábitos saludables, es posible vivir una vida plena y saludable a pesar de esta afección.

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